HER STORY


por Manuel Omar Mejía

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Era una noche como cualquier otra en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños: un cigarro entre los labios, un Wi-Fi lento, el sonido de alguna fiesta a lo lejos y como es de esperarse de una escuela de cine, esa noche pasó algo inesperado. Mientras leía mensajes antiguos de Facebook, se me acercó una amiga y me dijo “vos estudiás guion, o sea, te tienen que gustar los videojuegos”. Sin tiempo a responder, me dio su celular con el juego Her Story abierto. Basta con decir que le devolví el celular hasta el día siguiente cuando había terminado el juego. Aunque, pensándolo bien, un juego como este nunca termina, una historia y una ejecución de esta naturaleza se queda con vos, para siempre.

Her Story es un videojuego con formato de película interactiva, escrito y dirigido por el desarrollador inglés Sam Barlow. El videojuego tiene una estructura no-lineal en la que el jugador tiene la tarea de buscar en una base de datos, los diversos videos de las entrevistas policiales de Hannah Smith con respecto a la desaparición de su esposo Simon. Vale resaltar que esta técnica de utilizar videos reales en un juego, es algo que no se hacía desde la década de los 90.  

El juego tiene una idea muy sencilla, que es la mencionada anteriormente: buscar y ver clips de video cortos de varias entrevistas policiales para conocer la verdad. Su jugabilidad, escribir palabras claves en la barra de búsqueda, es tan minimalista que el mismo Barlow dijo en una entrevista: “si sabés usar Google, sabés jugar Her Story”. El único espacio del juego (además de la sala de interrogatorios que transcurre en los videos) es la interfaz de una computadora de finales de los años 90. Y los mismos videos, algunos de no más de diez segundos de duración, son increíblemente convencionales en aspecto técnico, aun cuando son la espina dorsal de todo el videojuego, estos se basan en: cámara estática, plano medio del único personaje del videojuego, con un efecto especial de VHS… eso es todo. Sin embargo, todo el peso recae en la gran actuación de la actriz Viva Seifert que observaremos y analizaremos en todo el juego.

En una industria donde los shooters en primera persona y más que nada, los battle royale en línea, son supuestamente lo único que vende, este juego indie logró catapultarse como un clásico del género detectivesco. Sin embargo, nos tenemos que preguntar por qué logra este nivel de inmersión y exploración cuando desde el primer instante, nos obliga a preguntarnos “qué carajos… ¿es esto un juego?”. 

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También es interesante analizar que la historia, aunque atrayente, puede llegar a ser considerada común dentro del género. Es más, utiliza muchos tropos de las novelas pulp, y si la historia tuviera una estructura más lineal, sería muy fácil, para cualquier lector cinéfilo o jugador fan del género de detectives, reconocer algunos giros de la historia. Sin embargo, éste no es el caso.  

La respuesta a la pregunta del por qué es tan bueno este juego, creo que yace en su brillante ejecución, tanto en la fragmentación de la historia, como en la jugabilidad antes mencionada. La fragmentación de la historia se basa en que las entrevistas están literalmente cortadas en muchísimos clips en desorden, que nosotros tenemos que buscar a partir de pistas que encontramos en clips anteriores. Esto va de la mano con la jugabilidad minimalista, que es demasiado ajena a la de la mayoría de videojuegos actuales, lo que hace que el mismo desconocimiento sea una forma de atrapar la atención del jugador. Y aunque el juego parezca muy cerrado, todos estos aspectos dan en verdad una libertad de exploración increíble; logrando mantener el misterio y sostener la suspensión de la incredulidad. 

La interfaz de computadora anticuada que se mira desde un principio en el juego, nos presenta al mismo tiempo la introducción y las reglas del universo de éste, como la razón por lo que el juego es tan inmersivo. Nosotros no jugamos como el avatar de un detective, como en el célebre L.A. Noire. Ya que el juego utiliza el formato de película interactiva, nosotros somos la audiencia, los jugadores y el personaje principal de investigador. Teniendo ante nosotros, nuestra herramienta de investigación: una barra de búsqueda y más de 200 clips de video para analizar. Es decir, jugamos con la historia, miramos y re-miramos los videos cuantas veces sean necesarias y dependiendo de lo que vayamos descubriendo, los clips comienzan a tener un significado diferente y así, la historia comienza a expandirse.

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Lo fundamental del juego es que nos obliga a usar la imaginación, que es la clave para que un thriller o una historia detectivesca funcione. Esto es algo que podría ser único de este juego, ya que a diferencia de otros juegos de thrillers, que se concentran en buscar pistas físicas y que el juego nos resuelva el misterio, en Her Story, las respuestas nos las damos nosotros mismos. Y como verdaderos investigadores, el juego termina hasta que nosotros creamos que hayamos resuelto todo el misterio. Asimismo, los pasajes cruentos, la escena del crimen y toda la acción del juego, se quedan en nuestra imaginación mientras escuchamos la historia de Hannah Smith. Esto alimenta más la curiosidad, que simplemente haber jugado como un avatar esas mismas escenas.

La experiencia es tan real y con un final tan ambiguo, que ni siquiera hay una escena de cierre que nos diga “hasta aquí llegó tu camino”. Como se mencionó antes, es hasta que nosotros creemos entender y conocer todo acerca del crimen, que el juego termina. Es decir, una experiencia detectivesca en su más pura definición, teniendo como única guía en nuestro camino, la música tenue del juego y algunos reflejos en la interfaz de la computadora.

Her Story es un juego - ¿o no es un juego? - que nos hace cuestionar nuestro conocimiento acerca de las historias interactivas. Es un proyecto donde se muestra la valentía y la creatividad de Sam Barlow. Que a su vez, reta nuestra imaginación y nuestro ahínco detectivesco.